Agustín Fernández Paz (Vilalba, 1947) es uno de los escritores más conocidos y valorados en el ámbito de la literatura infantil y juvenil, en Galicia y en el resto de España. Es autor de más de cuarenta y cinco títulos dirigidos preferentemente a lectores infantiles o juveniles. Sus libros, escritos en gallego, se traducen habitualmente a las otras lenguas españolas: castellano, catalán y eusquera. También se han traducido diversos títulos al coreano, portugués, francés, árabe e italiano. En breve aparecerán traducciones al inglés, bulgaro y chino.
Además de Perito Industrial Mecánico, Agustín Fernández Paz es Maestro y Licenciado en Ciencias de la Educación. Trabajó como docente durante más de treinta años, en la enseñanza primaria y en la secundaria. Paralelamente a su dedicación a la docencia, desarrolló también una amplia actividad teórica y divulgativa, centrada en temas como la introducción de los medios de comunicación en el aula, la promoción de la lectura, el fomento de la lengua gallega en un contexto bilingüe o la didáctica de la lengua, así como un relevante papel en la elaboración de materiales didácticos de lengua y literatura (uno de sus trabajos, Canles 5, obtuvo el Premio Nacional “Emilia Pardo Bazán” para libros de texto no sexistas).
Los libros de Agustín Fernández Paz han obtenido numerosos premios, tanto de ámbito gallego como español (Lazarillo, Edebé Juvenil, Barco de Vapor, Merlín, Protagonista Jove, Edebé Infantil, Rañolas, Raíña Lupa, Martiño Sarmiento, Xosé Neira Vilas…). Ha sido reconocido dos veces como el mejor autor del año (en 2004, por la Federación de Libreros de Galicia; en 2007, por la Asociación Galega de Editores). También ha obtenido en tres ocasiones el premio al mejor libro infantil del año, que concede la Asociación de Escritores en Lingua Galega. Su libro O único que queda é o amor (Lo único que queda es el amor) obtuvo en 2008 el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil que concede el Ministerio de Cultura de España.
En el ámbito internacional destacan sus cuatro nominaciones al Astrid Lindgren Memorial Award (en 2008, 2009, 2010 y 2013). O único que queda é o amor (Lo único que queda es el amor) fue incluido en la IBBY Honour List en 2010, como ocurrió también con Contos por palabras (Cuentos por palabras) en 1992 y con Aire negro en 2002. Esta última novela, Aire negro, fue incluida también en el Catálogo White Ravens de la International Youth Library de Munich en 2001, un reconocimiento que también mereció O meu nome é Skywalker (Mi nombre es Skywalker) en 2004.
Cuentos por palabras fue considerado como uno de los once títulos esenciales de la LIJ española del siglo XX por un panel de expertos durante el primer Congreso de Lengua y Literatura para niños y jóvenes, celebrado en Santiago de Chile en 2010.
En el año 2011, se le otorgó en Guadalajara (México) el VII Premio Iberoamericano SM de la Literatura Infantil y Juvenil, en reconocimiento a su trayectoria literaria. Y OEPLI acordó designarlo como candidato español al Premio Andersen 2012.
En enero de 2013, fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Vigo.
Sus libros son muy apreciados por los lectores infantiles y juveniles y todos ellos conocen numerosas ediciones. Algunos, como Cartas de inverno (Cartas de invierno), Trece anos de Branca (Trece años de Blanca) o As fadas verdes (Las hadas verdes) han superado la frontera de los cien mil ejemplares vendidos.
A Agustín Fernández Paz le gusta reiterar, usando las palabras del noruego Jostein Gaarder, su empeño en una lucha explícita por conseguir un status social digno para la literatura infantil y juvenil. Quizá por ello recurre, a modo de guía, a las palabras que Álvaro Cunqueiro –uno de los más grandes e imaginativos escritores que Galicia aportó a la literatura occidental– escribió en 1963:
«Lo propio de un escritor es contar claro, seguido y bien. Contar la totalidad humana, que él por su parte tiene la obligación de alimentar con nuevas miradas. Y si hay algo que esté claro en esta dieta es que la persona precisa en primer lugar, como quien bebe agua, beber sueños.»